lunes, julio 31, 2006

Adéu Fono!


Si por un instante Dios se olvidara
de que soy una marioneta de trapo
y me reagalara un trozo de vida,
posiblemente no diria todo lo que pienso
pero en definitiva pensaria todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen,
sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más,
entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos,
perdemos sesenta segundos de luz.

Andaría cuando los demás se detienen,
Despertaría cuando los demás duermen.
Escucharía cuando los demás hablan,
y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate.

Si Dios me obsequiara con un trozo de vida,
Vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol,
dejando descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma.
Dios mío, si yo tuviera un corazón,
escribiria mi odio sobre hielo,
y esperaría a que saliera el sol.

Pintaria con un sueño de Van Gogh
sobre las estrellas un poema de Benedetti
y una canción de Serrat sería la serenata
que les ofrecería a la Luna.

Regaría con lágrimas las rosas,
para sentir el dolor de sus espinas,
y el encarnado beso de sus pétalos,...
Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida...

No dejaría pasar un solo dia
sin decirle a la gente que quiero, que la quiero.
Convencería cada mujer u hombre de que son mis favoritos
y viviría enamorado del amor.

A los hombres les probaría cuán equivocados están
al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen
sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse
A un niño le daría alas,
pero le dejaria que él solo aprendiese a volar

A los viejos, les enseñaría que la muerte
no llega con la vejez sino con el olvido.
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres.
He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña,
Sin saber que la verdadera felicidad está
en la forma de subir la escarpada.

He aprendido que cuando un recién nacido
aprieta con su pequeño puño,
por vez primera, el dedo de su padre,
lo tiene atrapado para siempre.

He aprendido que un hombre
sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo,
cuando ha de ayudarle a levantarse.
Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes,
pero realmente de mucho no van a servir,
porque cuando me guarden dentro de esa maleta,
infelizmente me estaré muriendo.

Gabriel García Marquez.
Gabriel García Marquez